Este site utiliza cookies. Al continuar estás permitiendo su uso. Saber más.

Inteligencia Racional versus Inteligencia Emocional

Inteligencia Racional versus Inteligencia Emocional

Si juntarmos la capacidad de trabalho al conocimiento cognitivo y dosificamos estas dos variables con el control de las emociones, estaremos elaborando una fórmula para el éxito.

Este artículo es una reflexión sobre la importancia de la Inteligencia Emocional para el trabajo de un trader.

por pedropereira14   |   comentarios 0
lunes, abril 6 2015


Cuando decimos o reconocemos que alguien es inteligente solemos referirnos a su inteligencia racional (nivel y capacidad cognitiva), que se traduce en resultados tangibles y mensurables y es la base para tomadas de decisión.

Aunque muchas veces subestimada o desconocida, la inteligencia emocional es lo que permite mantener un equilibrio tendencialmente con valor esperado positivo en todo lo que hacemos en nuestra vida.


Definición de Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional representa la capacidad para compatibilizar las emociones y la racionalidad: usar las emociones para facilitar la razón y raciocinar inteligentemente sobre ellas.

Para ser un buen líder es necesario tener competencias emocionales y sociales. Los líderes con inteligencia emocional desarrollada tienen más éxito y llegan más lejos en sus carreras.

Citando al artigo de Bezos en la Academia de Apuestas: “Vivir del Trading”:

"Como todo en la vida, tener éxito en la Betfair requiere mucho trabajo, estudio y dedicación, por lo que la idealización, construcción, implementación y examen de un método demandará muchas noches sin dormir, muchos cálculos y numerosas ponderaciones y dolores de cabeza. ¡No te ilusiones! ¡El dinero fácil no existe!

Podemos asumir, sin gran contestación, que lo jóvenes estudiantes o profesionales ya licenciados en las áreas de ingeniería, economía, finanzas o gestión reúnen los requisitos cognitivos necesarios. Si a esto juntamos el gusto por la práctica deportiva, concluimos que estarán listos para poder, a medio o largo plazo, ser una fórmula de éxito en el trading.
En particular, todos los que nacemos antes de la década de 90 (60, 70 y 80), crecemos jugando pelota en la calle y en las escuelas con nuestros amigos y a acompañar nuestro club favorito al fin de semana con nuestros padres y abuelos. Esto nos ha permitido tener un conocimiento de un partido de fútbol que es equiparable al de una especie de "entrenador honorario".

Hay, sin embargo, una "VCE" (Variable Crítica de Éxito) que puede validar o invalidar, en definitiva, la presunta combinación ganadora que identifiqué en el párrafo anterior: el control emocional de los intervinientes ante diversos incidentes que, por ejemplo, un partido de fútbol conlleva.

Aquél cosquilleo en el estómago cuando un equipo domina el partido, crea oportunidades de gol de 5 en 5 minutos y, de repente, de la nada, hay un contraataque del equipo más débil que resulta en gol.

Seguramente más del 90% de los apostadores quedarán paralizados y solo los demás 10% tendrán capacidad para actuar naturalmente de forma fría y racional, si que las emociones resultantes del suceso afecten a su discernimiento con respecto a sus acciones siguientes.

Sin embargo, me estoy refiriendo a una muestra constituida totalmente por potenciales traders, que reúnen los requisitos racionales y cognitivos de un "trader ideal".


Una historia como analogía

Alguien se propuso a conseguir, en 12 años, hacer carrera en el área de gestión de empresas, estableciendo como objetivo desempeñar la función de director general de una mediana o gran empresa.

Sabía a priori que solo alcanzaría este objetivo si, durante el trayecto, los resultados del desempeño de sus funciones fuesen reconocidos por el mercado, para poder recibir propuestas de trabajo que le permitieran cambiar de empresa para poder desempeñar funciones de nivel superior en otra empresa mayor; esto debería suceder unas 3 o 4 veces.

Efectivamente, al cabo de 8 años, alcanzó su objetivo. Durante 5 años fue el director general de una empresa mediana. Fue reconocido, en tan solo 2 años, como uno de los gestores de mayor éxito de la industria. Este reconocimiento fue divulgado tanto por la prensa especializada, como por los empresarios y gestores de  las principales empresas del sector.

Su ego fue la llave del éxito, pero también de su perdición.

Después de un cierto tiempo entró en litigio con la Administración para la Europa, sus superiores en la jerarquía de la empresa. Como sabía que fácilmente tendría propuestas de trabajo de otra empresas del sector, pensó que podría arrastrar un proceso en tribunal durante varios años y seguir recusando propuestas de trabajo.

Estaba demasiado concentrado en el reconocimiento público que le daría el tribunal de que la razón estaba de su lado.
El final creo que todos lo adivinamos ya: nadie es insustituible y la vida continúa. Acabó por perder la oportunidad de seguir trabajando en una industria en la que fue reconocido y premiado.

Todo porque las emociones comandaron las decisiones que tomó.

Éste es un ejemplo de alguien que seguramente tenía una inteligencia racional quizá superior a la media, pero que demostró tener una inteligencia emocional que no le permitió conciliar las emociones y la razón de manera a decidir con valor esperado positivo.


El cambio para el trading en partidos de fútbol

Tuve por primera vez contacto con esta actividad hace aproximadamente 5 meses, pero ya estaba familiarizado con esta actividad al nivel de futuros financieros. Veo muchos partidos de fútbol y lo practico desde que empezaron a crecer mis primeros dientes. Adoro fútbol y me considero un excelente "entrenador honorario".

En poco tiempo experimenté 2 o 3 softwares y leí los 2 libros de Paulo Rebelo. Siguiendo muchos de los consejos que tuve la oportunidad de leer y escuchar, seguramente ya he hecho más de 500 partidos con todos los perfiles imaginables.

Concluí que probablemente podré continuar en las apuestas, desde que pueda garantizar que las causas o motivos que me llevaron a perder la totalidad de las bancas no vuelven a repetirse.

Esto porque, después de analizar los motivos que me llevaron a perder el lucro de más de 100 partidos en menos de 15 minutos, se hizo evidente que si no soy capaz de controlar mis emociones no voy a poder mantenerme en una actividad cuyo resultado final tiene tendencia a ser negativo.

Así que, después de una búsqueda (os aconsejo a que invirtáis mucho en este tipo de búsquedas), encontré a varios enfoques sobre la relación entre las teorías de la inteligencia emocional y su relación y implicación en profesionales que frecuentemente están expuestos a situaciones de tomas de decisión influenciadas por el estrés, que afecta o no al resultado final.

Os presento las cuestiones que he seleccionado en mi búsqueda y que me parece son las más importantes para un potencial trader:

1. Cómo mejorar la inteligencia emocional: Enfrentar emociones negativas

Controlar nuestras emociones negativas es esencial para mantener el equilibrio emocional. No podemos dejar que una emoción negativa (como, por ejemplo, sufrir un red) comande nuestras actitudes ni que influencie nuestros pensamientos, justo lo contrario, una emoción negativa debe ser controlada, contenida, para no sobrepasar el límite.

2. Cómo mejorar la inteligencia emocional: Enfrentar la presión

Todo el mundo tiene sus momentos de mayor estrés, pero lo que hace la diferencia es la forma como uno lo enfrenta. Alguien que busque una solución práctica y equilibrada es una persona asertiva. Alguien que, al contrario,  permita que sus acciones sean dominadas por sus emociones es una persona reactiva. En el Trading no debemos ser reactivos, pues la influencia de las emociones lleva a actitudes irreflexivas y aumenta la probabilidad de pérdidas.

3. Cómo mejorar la inteligencia emocional: Interpretar las emociones de los demás

Un trader que sea capaz de aprimar su inteligencia emocional conseguirá identificar los pequeños matices que las emociones de los demás dejan entrever, sacando provecho de eso. Conseguirá, por ejemplo, entender las expresiones faciales y el lenguaje corporal de jugadores y entrenadores y entender que influencia tendrán en el partido.


Conclusión: El reconocimiento de la importancia de la Inteligencia Emocional

A través de una simple búsqueda en Wikipedia, comprobaréis que solo en 1983, Howard Gardner, en su teoría de las inteligencias múltiples, introdujo la idea de incluir tanto los conceptos de inteligencia intrapersonal (capacidad de comprenderse a sí mismo y de apreciar los propios sentimientos, miedos y motivaciones) como los de inteligencia interpersonal (capacidad de comprender las intenciones, motivaciones y deseos de los demás).
Para Gardner, indicadores de inteligencia como el QI no explican completamente la capacidad cognitiva. 

Así que, a pesar de alguna variación en la denominación de estos conceptos, hay una creencia común de que las definiciones tradicionales de inteligencia no son una explicación completa sobre sus características.

Daniel Goleman desarrolló el concepto de inteligencia emocional. De acuerdo con su análisis, esta es, en definitiva, la base que puede sostener un desempeño superior en profesionales que son movidos y evaluados por resultados.
Según Goleman, la inteligencia emocional puede incluso ser responsable por el éxito o fracaso.

Los dos principales indicadores son:

  • entender si el profesional tiene una capacidad de autoevaluación certera, esto es, debe ser capaz de conocerse como efectivamente es o lo más cercano posible;
  • compostura, o sea, la habilidad de enfrentar situaciones difíciles manteniendo la calma;

Un profesional que tenga una inteligencia emocional superior es reconocidamente paciente y mantiene la compostura en situaciones de estrés, además, cuando confrontado con la ambigüedad presenta una tolerancia por encima de la media.

 

En conclusión, creo que es consensual que esta definición de inteligencia emocional no está aún debidamente estudiada, sin embargo, lo que sabemos ya es suficiente para entender su importancia en una actividad con elevados niveles de ansiedad, llena de miedos y temores y en la que suele utilizarse la excusa de la "mala suerte" para justificar las pérdidas.

Al juntar la capacidad de trabajo, el conocimiento cognitivo y el control de las emociones, estaremos elaborando una fórmula para el éxito.

Espero vuestros comentarios y opiniones a través del foro de la Academia.